El digerido es el residuo líquido que se obtiene tras la digestión anaerobia de residuos orgánicos, como los purines de las explotaciones ganaderas o los residuos de la industria agroalimentaria. Este residuo contiene altos niveles de nutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio, que son esenciales para el crecimiento de los cultivos.
La gestión del digerido es un reto importante para el sector agroalimentario, ya que se trata de un residuo con un alto potencial contaminante. Sin embargo, el aprovechamiento del digerido puede generar importantes beneficios económicos para las plantas de biogás y las explotaciones agrícolas.
Reducción del coste del transporte
El tratamiento del digerido permite reducir su volumen, lo que facilita su transporte. Esto implica un menor consumo de combustibles fósiles para su transporte, lo que reduce su coste.
En el caso de las plantas de biogás agroindustrial, el digerido suele ser transportado desde la planta de biogás hasta las explotaciones agrícolas. La reducción del coste del transporte puede generar ahorros significativos para estas plantas.
Reducción del gasto en fertilizantes sintéticos
El digerido puede ser utilizado como fertilizante orgánico, lo que puede reducir el gasto asociado al uso de fertilizantes sintéticos.
Los fertilizantes sintéticos son una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero. La sustitución de los fertilizantes sintéticos por fertilizantes orgánicos puede contribuir a la reducción de estas emisiones.
Reducción de los costes de almacenamiento
La reducción del volumen del digerido implica una menor necesidad de espacio de almacenamiento. Esto conlleva menores costes de almacenamiento, lo que puede generar ahorros para las plantas de biogás.
Incremento de la sostenibilidad económica
La suma de todos estos beneficios económicos puede contribuir al incremento de la sostenibilidad económica de las plantas de biogás.
El aprovechamiento del digerido puede generar importantes beneficios económicos para las plantas de biogás y las explotaciones agrícolas. La reducción del coste del transporte, del gasto en fertilizantes sintéticos, de los costes de almacenamiento y el incremento de la sostenibilidad económica son algunos de los beneficios que pueden obtenerse.
Las plantas de biogás y las explotaciones agrícolas pueden aprovechar estos beneficios mediante la adopción de tecnologías de tratamiento del digerido que permitan reducir su volumen y valorizar económicamente los nutrientes que contiene.