Los purines son los residuos líquidos de las explotaciones ganaderas, como las granjas porcinas. Estos residuos contienen altos niveles de nutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio (NPK), que pueden ser una fuente importante de contaminación de las aguas y del aire.
La digestión anaerobia es un proceso biológico que permite convertir los purines en biogás, un combustible renovable que puede utilizarse para generar electricidad, calor o biometano. El digerido es el residuo que queda después de la digestión anaerobia.
El digerido puede ser una fuente importante de nutrientes para los cultivos, ya que contiene altos niveles de NPK. Sin embargo, la aplicación directa del digerido sobre las tierras de cultivo se encuentra restringida debido a la necesidad de controlar su concentración de NPK y poder evitar la contaminación del suelo y el agua.
Una vez sometido a tratamiento, el digerido puede convertirse en fertilizante o enmienda orgánica, reduciendo la necesidad del uso de fertilizantes sintéticos de NPK. La aplicación de los digeridos como enmiendas orgánicas contribuirá a mejorar la salud del suelo y, a largo plazo, a incrementar la capacidad de estos para la captura de carbono.
Beneficios medioambientales del uso del digerido
Los beneficios medioambientales del uso del digerido son los siguientes:
- Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero: el uso del digerido como fertilizante o enmienda orgánica reduce la necesidad del uso de fertilizantes sintéticos, que son una importante fuente de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Cierre del ciclo de los nutrientes: el uso del digerido como fertilizante o enmienda orgánica permite cerrar el ciclo de los nutrientes, evitando la contaminación del suelo y del agua.
- Mejora de la fertilidad del suelo: la aplicación de los digeridos como enmiendas orgánicas contribuye a mejorar la fertilidad del suelo, lo que puede aumentar la productividad de los cultivos.
- Incremento de la capacidad de captura de carbono del suelo: la aplicación de los digeridos como enmiendas orgánicas puede contribuir a incrementar la capacidad de captura de carbono del suelo, lo que puede ayudar a mitigar el cambio climático.
El uso del digerido es una alternativa sostenible para la gestión de los purines. El tratamiento del digerido permite convertirlo en un producto de valor añadido con importantes beneficios medioambientales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el cierre del ciclo de los nutrientes, la mejora de la fertilidad del suelo y el incremento de la capacidad de captura de carbono del suelo.